¿Cómo prevenirlo?
El 11 de junio se celebra el Día Mundial del Cáncer de Próstata, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad e informar de la importancia del diagnóstico precoz y de los recursos y posibilidades para su tratamiento.
El cáncer de próstata representa el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en hombres, por delante del cáncer de pulmón y el colorrectal.
La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino que está ubicada por debajo y a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides. La hiperplasia prostática benigna (HPB) es un agrandamiento del tamaño de la glándula que comienza alrededor de los 50 años que, si bien no se relaciona con el cáncer de próstata, en algunos casos puede coexistir.
Altera la calidad de vida de la persona
Los síntomas de la HPB generalmente son levantarse a la noche a orinar, disminución del calibre del chorro miccional, dificultad para iniciar la micción, aumento de la frecuencia miccional, sensación apremiante de ir al baño ante el deseo miccional y sensación de vejiga ocupada luego de orinar. La HPB altera la calidad de vida del individuo pero además, con el tiempo, puede generar un deterioro del músculo de la vejiga, alterar la función de los riñones y llevar a la insuficiencia renal.
Opciones de estudios y tratamientos
Los estudios para hacer el diagnóstico de HPB son la ecografía para evaluar tamaño y repercusión sobre el músculo de la vejiga midiendo el grado de retención de orina, flujometría y/o estudio urodinámico (son estudios funcionales del árbol urinario bajo), tacto rectal y antígeno prostático específico (PSA) para descarta un cáncer asociado a la HPB.
Alternativas quirúrgicas y no quirúrgicas
Los tratamientos disponibles se dividen en dos grandes grupos: médicos y quirúrgicos. Dentro de los tratamientos médicos, hay recomendaciones en la dieta que pueden ayudar y diversos grupos de fármacos que mejoran los síntomas.
Por otro lado, en cuanto a los tratamientos quirúrgicos existen opciones de cirugía mínimamente invasiva sin incisiones y rápida recuperación, y cirugías convencionales. La cirugía con Láser Verde representa el tratamiento quirúrgico más moderno que ofrece una rápida recuperación del paciente y es adecuada para personas de alto riesgo para las otras alternativas quirúrgicas, como pueden ser edad avanzada o trastornos de la coagulación. Es importante resaltar que los tratamientos con medicamentos tienen sus limitaciones y es necesario un control estricto de la evolución de la enfermedad para evitar que se llegue tarde a un tratamiento quirúrgico por tener solapados los síntomas por los medicamentos.
El cáncer de próstata (CAP) es un tumor frecuente en el hombre y actualmente, gracias al diagnóstico temprano, se permitió una detección del tumor en estadios iniciales en los que la gran mayoría de ellos son curables.
A medida de cada paciente
La detección temprana se realiza mediante un control urológico el cual será a medida de cada paciente, teniendo en cuenta su edad y la presencia o no de factores predisponentes. El examen digital rectal y el antígeno prostático específico (PSA) son los pilares del diagnóstico temprano. En el PSA no hay un valor solo de referencia sino que el resultado del mismo hay que adecuarlo a cada paciente donde influyen la edad, tamaño de la próstata, patología prostática asociada, tratamiento con medicamentos que modifiquen los valores del PSA.
Existen opciones terapéuticas para todos los casos del CAP. No obstante, no todos los casos requieren un tratamiento activo y muchos pacientes con diagnóstico de CAP serán solamente observados. El cáncer de próstata es una enfermedad polifacética que requiere de un enfoque específico para cada individuo. El desarrollo de nuevas tecnologías como la radioterapia de intensidad modulada, la braquiterapia y la cirugía de mínima invasión han permitido tratar esta malignidad en estadios tempranos con mínimas consecuencias para la calidad de vida del paciente.
Para prevenir el cáncer de próstata es fundamental el diagnóstico precoz de la enfermedad para poder tratarla en su estadio inicial. Para ello, se recomienda realizar pruebas de cribado a partir de los 50 años y pacientes con antecedentes familiares, como padre o hermano a partir de los 45 años.